Deduzco que Poe
reside en los restos del naufragio;
concluyo que los ángeles caídos
lloran babas y balas negras,
besos homicidas
y rebeldía tabernaria.
Deduzco que los grandes poetas
que sufrieron y almorzaron sangre y bilis
vivirán ahora en un lugar mucho más útil,
con días impares, sonetos impares
y ensoñaciones
puramente impares.
Deduzco que el “ser” y el “estar”
han dejado huella profunda en los espíritus
de los poetas abatidos
y severamente maltratados, roídos
a causa de su postergada
genialidad.