Nació la princesa de mi corazón
Entre brumosos témpanos de hielo,
Me ha devuelto la hermosa razón
De seguir viendo las estrellas del cielo.
Princesa de mi vida y de mi amor
Es un agrado el poderos ver,
Mas yo quisiera sentir el olor
De graciosas flores al oler…
Vuestra divina piel blanca como seda,
O como lo blanco de un querubín
Aun no sé si acaso sois ángel o seas
Del cielo más puro que un Serafín.
¿Habéis sido lo más bello de Dios
En cuanto a toda su santa creación?
-del cielo vine diciéndole adiós
A todo, porque por ti es mi desesperación.
No he podido ser ángel sin sentido
Porque tengo sentimientos vivos;
Corona jamás recuerdo haber tenido
Y eres lo que tanto anhelo, no me equivo-…
Co de lo que en mi corazón siento,
Pues siento a ti amarte tanto,
Quizás me haya traído el viento
Pero yo no soy ningún espanto.-
Nació una hermosa princesa
Muy hermosa en mi corazón
Llena de una plural riqueza
De belleza, elegancia y amor.
Hermosa princesa de mi vida,
Sois ahora todo lo que tengo,
La sonrisa al despertar el día,
Alegría al saber que os tengo.
Me he enamorado de hermosas rosas
Que hacen gestos sin poder hablar,
Pero jamás como tú, mujer preciosa
A quien toda mi vida yo quiero amar.
Naciste, princesa, en mi corazón,
Y aun sigo sin poder creerlo;
Vos sois el motivo y la razón
Que los astros aun sigan en el cielo.
Ricardo Manzanarez (Nicaragüense)