Ahora que ya no estás
en el mundo, tu alma se vierte
en planos siderales
en los que no entro yo,
y a pesar de que vives
dentro mío,
yo ya no vivo sin ti,
en mis brazos solo eres sombra,
en mis pensamientos nocturnos… amor,
toda la distancia y todo el tiempo
se han unido en el sollozo
de saberte ausente, lloró,
haciendo que la lágrima
que brota de mis ojos vuele
hasta donde estés y en el trayecto
se pierda para que vuelva
como gota de rocío,
el suspiro que se escapa
de mi alma es lamento callado,
es consejo de olvido al oído,
anhelo que se ha diluido
al sucumbir ante la realidad cruda,
No hay palabras de consuelo,
no hay nada que refleje tu mirada,
la esperanza muere en mis desvelos
porque este amor interrumpido
desangra hasta la entraña.
Espero paciente cuando muera
completa esta ansia de tenerte,
porque morir lento me hace daño,
y así pasan los meses y los años
el tiempo se encarga de recordarme
que ha cada segundo te extraño
cobijándome solamente con tu ausencia,
conversando con el insomnio
que me provoca tu retrato,
en esas noches cuando escribo poemas
profundamente adolorido,
abrazado a las mantas de mi cama.
Hoy en estos versos que sueño
trasgredo los consejos de mi inconsciente
convirtiendo los gritos en palabras,
cuando despierto tomo la pluma
y escribo mis juramentos de amor
mis sentimientos de nostalgia,
de valentía disfrazada,
el ensayo del epitafio de mi alma,
en trazos de dolor que desearía
en las mañanas olvidarlos,
en verdad te digo amor
no tengo nada desde que no estas,
es por eso que ahora
te hablo entre sueños,
en las noches desveladas,
con susurros en la almohada,
hasta que la mente quede
muda de versos y de lágrimas.