Fue arrastrando los cansados pies
por el camino de abrojos sembrado
intentando llegar al campo de mies
se notaba en su cara haber llorado
Al lado de la mujer un niño pequeño
con cara macilenta, de no haber comido
buscando el lugar que dicen de ensueño
buscando un descanso a su mundo perdido
Fronteras cerradas barrándole el paso
y la madre desesperada, el niño en brazos
intentando entrar, buscando un abrazo
más le respondían, llevándola al fracaso
Con sus fuerzas menguadas cayó rodando
el niño en el suelo, abrazaba a su madre
ya sin fuerzas miró a su niño llorando
y dijo, hijo mío rezar en la tierra es en balde
En mitad del campo quedó tendida la madre
y encima de ella quedó su hijo allí muerto
por la actuación de tanta gente cobarde
que solo te dan caridad después de muerto