Al observar tus ojos desatentos, a los que quizás no le provoque mirarme
Y al acercarme a tu sonrisa dispersa, apenas un bosquejo de estar
Advierto que quizás llegué a destiempo.
Al empeñarme en méritos que linealmente te conmuevan,
urdiendo razones banales para que comiences a extrañarme, salgo de mi mismo
Y percibo que he llegado en desfase.
Al buscar tu boca de ciruela con mis labios desacostumbrados
Y querer descubrir una dimensión inédita y excitante,
Tu respuesta meridiana e inconclusa
Me avisa de la incongruencia temporal
Al aferrar tu cuerpo contra el mío
En un abrazo, de mi lado, emocionado
Tu reacción que se queda en el camino
Me indica la existencia de un tiempo no preciso.
Tu sensible corazón ya ha sido conmovido
y quizás queden las huellas que resisten al nuevo tránsito.
Quizás sea así la vida.
Mi cuerpo y mi mente purificados
por el milagro extemporáneo del sentimiento nuevo
Quizás no sean suficientes para sumarte a la travesía.
La roca se erosiona con el tiempo, todo sigue, la vida se mueve
Quizás sea mejor materializarse donde el corazón vibra
Donde está el sol, entibiando el percibir,
Aún en la tiniebla, es mejor intentar tocar el alma con las manos.