A treinta años del temblor,
Del trágico ochenta y cinco,
Hoy les recuerdo y les digo:
Fue año de muerte y de amor;
Nuestra ciudad se cayó,
Mucho se había perdido;
Sólo ruinas y alaridos
El terremoto dejó;
Sin embargo, como hermanos,
Procuramos trabajar,
Muchos fueron rescatados;
¡Cuánta generosidad!
¡Qué gran mundo solidario!
¡Cuán fuerza da el amar!