Por favor, no me insistas, no estoy loco,
suplico no hurgues más en mi cerebro
ni lances a traición ningún requiebro
y aun menos pretendas comerme el coco.
Pues con solo escucharte me sofoco,
no persistas, sepas que no comparto,
de engaños y monsergas ya estoy harto,
que yo no invoco a nadie ni provoco.
Tus artes y destreza, embaucador,
marraste al pretender elegir presa,
pido, horror no te cause ni sorpresa,
¡no soporto lo hediondo de tu olor!
Y aun pretendes de mi sacar provecho
extirpando y vaciándome la sangre,
diciendo que sin ti pasaré hambre
cual si no fuera un hombre hecho y derecho.
Pues conozco al igual que tú las tablas
y hasta el ego e intereses que te mueven
te diré lo que otros no se atreven:
¡mentiroso, siempre mientes más que hablas!
©donaciano bueno