Al estar en la orilla del mar,
con sus hermosas olas y sonido de esplendor,
he tratado de dejar de pensar...
Ohh que mar tan inmenso y cautivador.
Lejos del bullicio, la gente y la sociedad,
quiero perderme en tu calma y tranquilidad.
Se que hablas y te quieres comunicar,
sin embargo mi mente aun pensando en ella está,
y es que por mas alto que griten las olas del mar,
mi mente y mis sentimientos de ella no puedo apartar.
He pensado que al tenerla atada a mi pensamiento y sentir,
ha ocasionado bastantes problemas para mi.
Pero la voz de las olas me hacen volver a este momento,
y entre su estruendo me dicen que soy como la arena ante el mar y su movimiento.
Ya que es solo cuestion de tiempo,
para que el vaivén de ellas,
alcance y alise la arena,
lista para que otros pasos dejen huella.