A Santiago, en el día de su nacimiento.
¡Nació el rey! ¡Que viva el rey!
Sobrino acabo de contemplarte
Y no puedo dejar de amarte,
Pues de los sobrinos eres el rey
Y desde ahora lo que mandes será ley.
Eres de cuarenta y ocho centímetros;
Tan solo tres kilos pesas
Eres sin duda, una joya raras de esas,
Junto con Cesia y Ariana del amor frutos
Y naciste el nueve a las once y doce minutos.
Celebre junio que te vio nacer;
Esperado sobrino varón
Del cielo precioso don,
Espero verte crecer
Pues gran líder tú vas a ser.
En mi mente una anécdota repaso;
Sobrino al contemplarte
Dos veces bostezaste,
Parecía que me decías: ¡Que quieres sapazo!
Y no abriste los ojos, sobrino ¿ya estás creidazo?
Pronto te rodearán con mil miradas;
Solo ten santa paciencia
Crecerás con Ariana y Cesia,
Ellas serán tus camaradas
Hasta que Jesús nos muestre las moradas.
Hasta ese momento;
Tú serás la alegría nuestra
Chavela será tu maestra,
Giussepe te leerá un cuento
Solo falta tu nombre hoy escrito en el viento.
¡Pasarás por aventureros y conquistadores!
Hombre serás de grandes ideas
Pues, al crecer te unirás a los “GEAS”,
En el club de líderes obtendrás los honores
Y serás el mejor de los guias mayores.
Sobrino ¿en los tres clubes quieres graduarte?
Pero jamás olvides por piedad
Para ser grande es necesaria la humildad,
Las prendas que en los clubes vas a ganarte
Nada son, comparados con el que a la cruz llegó por amarte.
Aprenderás los secretos de la oratoria;
Tu desarrollo veremos
A tu lado todos estaremos,
De Dios siempre ten memoria
Pues desde hoy empezará tu historia.