Un Rincon Infantil

La guayaba picoteada

 

Una guayaba

estaba muy brava

porque un turpial

la quiso picotear

sin decirle nada.

 

Comenzó la rencilla

cuando la guayaba amarilla

en una cálida tarde,

descubrió que el ave

estaba mira que mira.

 

El pájaro travieso

volaba inquieto

de rama en rama,

y se comió la guayaba

de beso en beso.

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Autor: Alejandro J. Díaz Valero

Maracaibo, Venezuela