LA VIUDA NEGRA
Una noche fría y húmeda, de neblina densa y sombría
Por las calles empedradas, la sombra lenta transcurría
Presuroso de camisa abierta, sudoroso sin recompensa
De mirada atrás, tembloroso sentía, que alguien me perseguía
Recordaba por instantes, la tristeza amarga de quimera
De andanzas preciadas de aventura, de pasión y sufrimiento
Por alcanzar ilusiones mundanas, razón de mi abatimiento
De ese amor intenso, como las olas del mar que enfrento, sin sentimiento
Un escalofrío lento, recorría el cuerpo en sus entrañas
Blandiendo una enagua negra, como la noche oscura
En silencio, la sombra se acercaba a las cabañas
La angustia aceleraba, alcanzando el filo de la amargura
La viuda negra, carga a cuestas el féretro de su recuerdo
De ese amor intenso que lleva dentro, de rencores y maldiciones
De blasfemias y pasiones, de muertes de sus maridos y sus razones
Que acabaron de sus intenciones, perseguida con rencor, por sus acciones
El frío intenso bajaba de la cumbre, presagiando invierno
Aquel velo largo, cubría el rostro, del hechizo negro
Marcando uno a uno, los funerales, prolongando el camino del infierno
La hoguera de su alma, clama fuego de pasiones bajas, de remordimiento
Criatura, de mirada lujuriosa y de llanto imperioso inmortal
Testigo silencioso de sus maridos, la muerte, apetito infernal
Veneno que acumula en su boca, lujurioso de amor sentimental
Noches iluminadas de luna, arrastra su cuerpo y su túnica fantasmal
El velo transparente y oscuro, deja ver sus ojos saltones, seducidos
Enigma que se esconde en su cuerpo, de belleza rara de oscuridad
Irresistible de mirar, de sensualidad macabra e irreal
Causa deseos de miedo, palpitantes gemidos de ultratumba, de sus maridos
Viuda negra, hambrienta de ambición, injusticia y seducción
Cruza los campos, llenos de intenciones, bajas de codicia
Abarca la soberbia, la ilusión efímera del poder
Con su vestido negro, llena de llanto sombrío tenebroso, de la fama que acaricia
Viuda negra, que se desliza silenciosa entre la tristeza y el dolor
Lleva a cuestas, sus horribles sentimientos de amargura y muerte
En las noches tenebrosas, en la cima del monte se oye llorar
Los rayos de la luna traspasan su velo, de su rostro pálido e inerte
Criatura infernal, viuda de mirada impaciente en la oscuridad
De perfume envolvente, entre las sombras, clama imponente
De su belleza, sensualidad atrayente, tenebrosa sin piedad
De sonrisa, que hiela la sangre, se esfuma y palidece lentamente
Viuda negra, que engañas con tu manto negro, las miradas
Viuda negra, que matas y envuelves en tu velo, las mortajas
Viuda negra, que enredas con tu belleza, de hermosa mujer
Viuda negra, que hipnotizas con llanto lastimero, de sus quejidos, desgajas
Viuda negra, que infundes miedos a los caminantes vivientes
De aquellos que murieron, en sus garras sin dolientes
Con sus ojos saltones, de reojo de seductores
Con su risa macabra, estrangula maridos, como cualquier delincuente
La noche se calma y la sombra macabra, se acerca con tenebrosidad a la mía
El frío, carcome el cuerpo y en su capa negra, abrigarme en su regazo
Su velo entreabierto, cubre mi espalda, su rostro frío de frente se unirá
La luna, ilumina nuestros corazones, arrebatando sus besos inmortales
La noche, calma la ilusión llena de fulgor de ardiente pasión
Se estremece mi cuerpo y en la lejanía, el fragor de una letanía
La vida me ha arrebatado y de su capa negra, con mi sangre se ha manchado
Viuda negra, que arrastra mi cuerpo, de aquel sueño, aún no he despertado
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga, Sep 16-2015