Oscar Perez

A punto de perderte

A punto de perderte

 

He estado a punto de perderte tantas veces,

siendo el amor de mi vida, siendo el eco

de tantos amores que han pasado y han partido,

siendo el amor que no amé, o el que me quiso

tan sólo por nombrarme alguna noche en una barra,

pero he estado a punto de perderte muchas veces,

siendo el rostro que buscaba, el cielo

que no creí volver a hallar después del parto,

después de abandonar la nube en que mi madre

por siempre me contuvo hasta que la eternidad cobró su precio.

 

He estado a punto de perderte, siendo el alma

de todo lo que sueño, de las muertes

en que he caído a diario, de las horas

que repiten su habitual monotonía

y el golpe del tambor con que el ocaso ya se anuncia.

 

He estado a punto de perderte, aun adentro,

aquí donde soy yo, donde me habito,

me visto, me perfumo de impaciente,

me abrazo a la verdad que poco dura,

como esas hojas que el otoño arranca a prisa

cada vez que hay ventolera y hace más falta un buen abrigo.

 

He estado a punto de perderte, te he perdido

de hecho ya mil veces y en pocas lo he notado,

en pocas he llorado, simplemente porque

lloraba ya por otras causas, por otras pobres reflexiones,

o he llorado no por ti, sólo por mi y por mis desgracias,

porque no sé que haré si decisivamente ocurre

que te pierdo y no sé más ni qué decirte ni lo qué se hace.

 

He estado a punto de perderte, y te he perdido,

sólo que has sido fuerte y ágil, nunca inerte,

y has sabido encontrar la soledad en que esperarme,

has sabido marcar el callejón de la salida

o has sabido partir, siempre sabiendo

que, allá o acá, alguna vez, regresaremos.

 

He estado a punto de perderte, si te pierdo

un día una vez más y ahora sin vuelta,

si no sucede más que regresamos y seguimos,

te digo ahora, aquí, de hinojos en la noche,

que he estado a punto de perderte y sólo

de pensarlo me atormenta el arrebato,

el que haya estado a un paso de que ocurra tal miseria,

y me alegra una vez más que nunca sea cierto,

que exista un nuevo espacio en que escribirte siempre

y en el que recobrarte cada día y cada noche,

ya para perdonarme, ya para seguir juntos,

ya para encontrarte junto a mí, cual siempre ha sido,

incluso en esas ocasiones reincidentes

en que estado a punto de perderte, vida mía.

 

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21 09 15