Voy contando las horas de regreso
al sitio en donde palpité tú encuentro;
tus palabras aún las llevo adentro,
desafiando a mi mente con su peso.
Para ti mi amor fue, nada más que eso,
una loca ilusión que buscó el centro
del frío corazón que hay en tu adentro
Y que, a pesar del tiempo, sigue ileso.
Pero yo voy segura en mi camino,
sé que algún día torceré el destino
Y beberé del néctar de tu boca.
Ayudaré en tu caminar cansino,
sabrás tú disculpar el desatino,
y que este amor no es obra de una loca.