Vuelve pequeña... Vuelve dulce y mía...
No agotes el tiempo que te llevo esperando.
Eres tú sobre los jardines de esta terca alma mía.
Devórandome las noches en que te pienso y te extraño.
¡Y quédate con la Luna y las pupilas encendidas!
¡Y vuela con tu cintura de placeres enjaulados!
Voy a amar esa locura que es sentir tu lozanía
en tus labios cuando beso el momento entre tus brazos.
No me pidas que lleve hasta tus oídos mis temores.
No me pidas que asiente la cabeza o mis pasiones.
Sólo pido que vuelvas a sentir lo que te canto...
Aunque parezca un sueño el tenerte aquí a mi lado.