Poco a poco se fue la luz
Donde una vez hubo luz esplendorosa
que iluminaba razones y quimeras
hoy sólo queda un foco caprichoso
que ilumina parte del puzle de la idea.
En tremendo desorden de momentos
de vivencias, amores y experiencias
surge y se apaga el ascua del recuerdo
según dispone el duende del cerebro.
El haz de claridad de hogueras hecho
que la lluvia del tiempo fue inundando
desembocó en el túnel del olvido
entre neuronas muertas y suspiros.
La pobre luz del foco se convierte
hoy en farol, mañana en vela
y poco a poco, en tímida cerilla
que se apagará sin darnos cuenta