En el silencio eterno me encuentro limpiando el polvo de la última tormenta.
Cada tumba tiene el nombre de un ser querido que en algún momento de mi vida, fue parte de ella.
Cada piedra en el frió mármol muestran la visita de mi madre.
Es como si pasara la mayor parte de su tiempo aquí.
Me impresiona y me entristece saber que tan grande es su dolor, su sufrimiento y anhelo.
Anhelo a quien fue su madre, hermana e hijo…
Cuanto una debe sufrir para apreciar la vida? Es necesario?
Lleno nuevamente el balde con agua y mientras, observo a lo lejos.
El sol seguramente amanece frente a ellos por las mañanas, avisando el comienzo de un nuevo día, y para ellos eso ya no significa nada.
Quien en vida rogó por un día más, ahora que ya es tarde, los tiene de sobra…
Y de que sirven?
Un mar llena mis ojos sin poder contenerlo ni un minuto más.
Solo pido perdón.
Perdón por no saber, perdón por dejarte sola en tu última respiración, perdón
por no haber hecho más ,simplemente… perdón.
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