Mucho ella me besó. Como si quisiera
anunciar en sus besos la primavera,
pues su carisma era:
de amor temprano,
de dócil enredadera.
Pues jamás comprendí,
mi no tan caballeresco amor.
Ella lo presumía!!!
Sabían bien su labios,
que se cortaría el lazo,
de su rush de mañana,
que cuanto es mas severo el latigazo,
mas hiere a la vela,
que herida aguardaba en medio la marea
y en su terca ansiedad,
quiso dejarme su ser en un abrazo,
y intentó lo imposible por dejar morirse en mi regazo!!!...
Luis Augusto 2015