Una noche fui a buscarlo
a la casa de una amiga de mi ex
había dos
uno atigrado hermoso
y el otro gris, feo y cabezudo
elegí el gris,
el de las sombras mágicas
y le puse de nombre Narciso.
Me acompañó muchos años,
me esperaba a la mañana
que llegara del trabajo
para que le sirva una taza
de leche y pan remojado,
se subía a mis piernas
cuando desayunaba
y me mordía la barba,
bajo mi mentón
era su forma de darme
\"una devolución\"
cosquillas,
una caricia en la panza.
Una mañana desapareció
y lo anduve buscando por todo el vecindario,
a la semana volvió,
se había ido de parranda
parece ser que estaba
abandonando la adolescencia,
luego repitió sus andanzas
y volvía hecho hilachas
hasta que un día no volvió nunca mas,
era su forma de dar amor,
creo que fue feliz a su manera,
calculo que murió sobre una gata.