Son casi las cuatro de la madrugada y no he podido dormir;
no se si serán estas malditas ganas que tengo de arrancarte el alma a besos
o de mandarte miles de mensajes.
Estoy un poco cuerda tratando de pensar en porque no puedo dormir.
Quizá simplemente te extraño tanto que no duermo. Pero si lo logro,
se que estarás en mis sueños amandome como yo quisiera que lo hicieras.