Que amargura tan profunda
Que el corazón despedaza,
Con sus mentiras inmundas
Desde el principio amenaza.
La mentira en el juzgado
Para manchar mi coraza
Y dejarme desgraciado,
Sin mis hijos en mi casa.
Declaraciones macabras
De golpes que nunca he dado,
De empujones y palabras
De insultos desesperados.
Inicuas declaraciones,
Profundas y escabrosas,
Obtendrán las correcciones
Del Dios de todas las cosas.
Me duele que ella dijera,
Que hasta quería matarla,
E iba a hacer desaparecerla
A Carabineros dió charla.
Sus confesiones son falsas
Y desde el principio miente,
Pues la agresión es su casa
y la violencia es su mente.
Mía es la venganza y retribución;
A su tiempo su pié resbalará,
Porque el día de su aflicción,
Dice el Señor, cercano está.
Sin embargo el pensamiento
Y la conciencia de lo humano,
Me arrastra a que dé guerra
Y actúe como gusano.
Sin considerar la ciencia,
La paz y victoria,
Que sólo podría darse
Con el Señor de la Gloria.
Entonces vuelvo a la batalla,
Pero el Señor me convence:
De rodillas, pero no falla,
Te haces pequeño y vences.
Mía es la venganza,
Yo daré el pago dice el Señor.
A Él sea toda Gloria y Honor,
Esa es mi Esperanza.