Caminando hacia el molino,
de la mano con mi abuela,
mi hermano mayor,
lleva una gran olla,
donde volveremos a la casa
con la deliciosa masa,
para preparar aquel exquisito majarète.
Al terminar la cocción, del divino manjar,
en porciones aun caliente,
espolvoreando la canela
directo al plato de peltre,
mi abuela sonriente le indica
a mi hermano mayor,
\"llevalo a la bodega de Juan\"
y le dices que en la tarde
paso a cobrar la venta.
Entre tanto sentadita
saboreaba mi porción,
de aquel rico manjar.
y la vida continua...