Mis manos tienen sed de recorrer tu cuerpo, reconocer tus imperfecciones, esas que te hacen única e inigualable, a través del tacto.
Mis manos tienen sed de recorrer los valles desolados de tu espalda infinita que es como un oasis en el desierto.
Mis manos tienen necesidad de recorrer las cumbres de tus senos, suave manantial de vida eterna.
Mis manos reclaman tu ausencia, mis manos ya cansadas, ya agrietadas tienen sed de ti, de acariciar tus piernas interminables.
Mis manos tienen necesidad de aprender tu anatomía, recorrer cada centímetro de tu cuerpo que ya no es tuyo, si no mío.
Mis manos tienen necesidad de dominar tu cuerpo, tomarte con firmeza, poseerte, adueñarse por un momento de ti.