No te enojes si no
te hablo
no he de prometerte
lo que mi corazón
quiere darte...
No descreas de mi,
que desde mi vida hecha
las flores
de mis primaveras amables
suspiran ante el calor
de tu brisa,
en las tardes de tu otoño...
Imposible no sentir
la tibieza de tus detalles,
en las agitadas mañanas
de mis días cortos
y enredados.
La calidez de tu amor,
inunda mis amaneceres,
y me hacen
suspirar por un mañana,
de abrazos compartidos,
allá,
en tu bella España...