A qué seguir sintiendo esta congoja
que hace un nudo al abrirla en la garganta,
que mira hacia adelante y se atraganta
y a la alegría la presenta coja
o abre y cierra los ojos y se achanta.
A qué seguir si este vivir es muerte
en vida, que está escasa de futuro,
cada día tropieza con un muro
donde escrito pone ¡qué mala suerte!
en letras blancas sobre un fondo oscuro.
A qué seguir en esta tesitura,
sin una copa al menos de aguardiente
y ni un sólo sueño al que hincarle el diente
y en sollozos nadando en amargura
sin deseos ni siquiera de presente.
A qué vivir, y ya para qué, por qué
si la esperanza en silencio ya se ha ido
y me encuentro en la duda sumergido
en estos mares sinuosos en los que
bajo mis pies la tierra ya se ha hundido,
A qué vivir ya más si inevitable
un día todos habremos de morir
quizás otra experiencia a percibir
dejemos al albur lo inevitable,
para qué vivir, vivir, a qué vivir.
©donaciano bueno.