Sentir que hablo con el mundo,
cuando te escribo (aunque solo me lean dos personas)
Alegría cuando me hablan bien de tí.
Un continente, de emociones fuertes, al leerte.
Frustración, al intentar explicar que no eres aburrida.
Concentración al intentar descifrárte.
Tristeza, al no poder terminarte.
Deseo inhumano a crearte.
Nerviosismo e ilución al recitárte.
-Laura Daniela