Giró repentina
la esquina.
Clavando sus
ojos en mi.
Ella era la vida.
Que vive y gira
sin fin.
Un pensamiento
entre mil.
Ella era la vida
que murió
dentro de
mi.
Donde se
esconde
la luz.
Y no puede salir.
Donde nacen los
días.
Que han de venir.
Porque soy tu
sueño.
Y tú mi ilusión de
vivir...
Rafael Pablo