Recuerdas la última de nuestras pláticas?
comentabas tus trabajos y planes
me distraías con tus ocurrencias y picardías
siempre me robabas muchas carcajadas.
Tenía el corazón feliz
lleno de sueños y fantasías
me había olvidado del dolor
no pensé que pronto lo tendría cerca de mí.
Fue una tarde como todas
de pronto recibí un mensaje
de mi mejor amiga, casi mi hermana
era su padre, fue un accidente.
Pero quien iba imaginar
que el corazón fuera tan débil
confié en su fuerza a la hora de enfrentarlo
me demostró que a veces ni él puede vencerlo
aprendí que el dolor es mucho más fuerte.
Una esposa enferma llena de dolor
una hija ausente sin consuelo alguno
un niño que apenas empieza a crecer
lloran sin consuelo esta despedida.
Duele, sigue doliendo mucho
pero estoy aquí resignándome
este dolor era ignorado por tí
y tal vez pensaste que ya te olvidé
no pasará, eres parte de mi corazón.
Todavía siento vacía mi alma
mis palabras siguen siendo reclamos
Dios porque te lo llevaste?
él era como un padre para mí.
Él esta en el cielo, alguien me responde
no me conformo, ya no soy niña
no creo ese cuento, y una vez más
Dios porque te lo llevaste?
Por: Verónica Amador Mérida