Para todos los gobernantes,
Los pobres son objeto,
Malhechores al acecho,
Que venden puestos sin temores…
No respetan sus derechos,
Entregando a los ricos,
Los puestos mejores hechos,
Por unos cuantos miles y picos.
Tras peones de colores,
Se esconden estas lacras,
Envenenan sus barracas,
y el calvario de ser mejores.
Ayudemos a los pobres,
A liberarse del verdugo,
Levantemos nuestras voces,
Denunciemos duro el abuso…