Desplomado un beso en el panteón de la boca muerta,
beso desnutrido, beso trasnochado y adolorido.
Yace el beso enlutado, de encajes negro descolorido,
beso desprotegido, beso reprochado, beso malherido.
Yace un beso a la espera de que abran el cementerio,
beso sufrido, beso enviudado, sin razones ni sentido.
Yace el beso abandonado, reseco beso inhibido,
beso maldito, beso despreciado, beso quedado y cautivo.
Honores rinde el beso a la boca que ha fallecido,
cumple con el tributo, el silencio, la sed del olvido;
luego marcha libre el beso y vuela como un pajarillo,
no buscaba otra boca, de eso se encargó el destino.
Creía el beso yaciente que todo estaba perdido,
llegó a su vida otro beso, Dios lo puso en su camino.
Viene cargado de razones, de nuevos sabores divinos,
recupera el beso los motivos para darse y ser sentido.
No lloró otra vez el beso, es un beso feliz, retribuido;
juguetea con la vida, tiene otros matices, es travieso.
Sonríe, alegra, se queda, dejó de vestir el negro exceso,
adorna bocas y como un eco, renace otra vez un beso.
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20-09-2015
Isis M, Soñadora
CUARTEL