La Daga y la Duda
Llevo un dolor muy hondo en mi pecho,
Como una daga atravesándome el corazón.
A lo lejos escucho tu voz,
Pero despierto de mi ensoñación…
Siento el sabor amargo de tu partida,
Casi tan desolador como una lágrima
Que recorre eternamente mi mejilla.
Mi duda perdura al preguntarme
Si alguna vez volveré a encontrarme
Con tu grata y bella compañía.
Amarte
Amarte es cuestión de conocerte,
De mirarte a los ojos solamente,
Es una experiencia con suerte
De poder volver a verte…
Tu sonrisa, amigablemente.
Ella era
Ella era diferente, inevitable, inefable;
A veces tan tierna, tan cálida, tan sincera;
A veces tan fría, tan distante, pero afable
Era ella, simple y sencillamente ella era.
Atardecer
Bruscamente cae la tarde
Sobre las montañas,
Cuando veo la lluvia tocar
Tristemente mi ventana,
Mi corazón se vuelve en oídos
Al escuchar las gotas del olvido.
El contacto del frío
Roza con mi cuerpo
Y es entonces, cuando recuerdo
Que estás en cada uno
De mis grandes anhelos
Sofía Q. L.