Fuiste padre y madre
Tenías tus cabellos color plata
fiel reflejo de los años vividos
y de tantos sinsabores sufridos
la vida te pagó de forma ingrata.
A tu esposa la muerte te arrebata
fuiste para mí padre y madre unidos
no hubo contigo minutos perdidos
tu estancia me hacía la vida grata.
Siempre con la mirada por delante
aunque los años pasaban de prisa
era tu porte sobrio y elegante.
Hasta te fuiste con una sonrisa
la paz iluminaba tu semblante
alejándote con la suave brisa.
Anabel.