Mis pies sangran de dolor
Gritan piedad
Con sus inexistentes gargantas rasgadas
Pero mi paso es terco y firme
Tal y cual un toro con su punto fijo
Rojo en el horizonte
Caprichoso
Débil y caprichoso
Allá no hay nada más que polvo
Recuerdos gastados que vuelan en mi mente
Momentos que como susurros les dicen a ellos
A mis pies, que luchen
Lastimados, peleen
Coleccionen más heridas de guerra
Insaciable y masoquista andar
Jamás entiende que ya está perdido
Que nunca valió la pena.