Derrocharé mis fuerzas,
Para amarte sin tregua, ni tiempo.
Saciaré mi sed,
en el oasis placentero de tu amor,
Y bailarán incansables mis manos,
Por los caminos de seda de tu piel.
Recrearé en mis labios,
Cada ósculo recibido de tu boca,
Por la mañana, impregnaré mis ojos de tu sonrisa,
Para escucharla como dulce melodía, al atardecer,
Y cada noche, bajo la Luna llena,
A fuego lento, explayaré ante ti, mí frenesí.
Cabalgará sobre tu cuerpo,
sin mesura, mi pasión,
Y únicamente entre tu pecho y el mío,
Se escuchará al unísono,
el latir de un solo corazón.
Claudia Alhelí Castilo