La añoranza es
del recuerdo.
Una estrella
que guía al
viajero.
En las noches
de bonanza.
Y también de
desespero.
Sobre un mar
de deseos.
De seguir cada
vez más lejos.
En un regreso
imposible.
A los días que
nunca
volvieron.
La añoranza es
un lucero.
De luz tibia y
amarilla.
En lo negro del
cielo.
Junto a los días
que se perdieron...
Rafael Pablo