Me pierdo en esta ciudad
con sus cúmulos fantasmas
y sus góticas fachadas
con sus puertas de misterio
y su gente callada.
Siento la calle
como la libertad perfecta
el respirar de los libres
nunca un esclavo del encierro.
Pero me ves
como se ven las palomas con el sol de frente
con un caminar sereno
voy afrontando el beso que nos cuida.