Ah tan callado el viento que sopla tu recuerdo,
tan callado es el aire que mueve el firmamento
en el estío las rosas bailan sin sonidos.
Tal es el piano que no baila
al compás de tus caderas, ni tu mirada
pinta refugiada y abyecta lágrimas en las nubes.
El océano, sin golpear el barco de infidelidad,
sin mover tus dedos al tocar el gran espasmo
de tu pubis, es callado, tan callado
como la muerte, que sin decir, toma a tu hermano
y además tu talento, tus recuerdos, tus olvidos.