Pequeña dama, su sonrisa llena mi dicha,
me alivia y resucita.
Pequeña dama, dejo abierta mi alma para que puedas venir
Acompáñame a soñar con el susurro de su voz,
Ilumíneme con su color.
Pequeña dama, hada de ensueño, sé que esto no es en vano,
Pequeña dama arrúlleme con el rose de sus manos,
abrúmeme con el sabor de sus labios,
no me haga esperar la eternidad con ansias de observar cómo se abalanza sobre mi.
Pequeña dama por favor quédese aquí.