María

AÑORANZAS

 

Es el invierno más crudo. No me bastó con esfumar tu luz que enaltecía mis días grises. Fui por más, clausurando el encuentro pendiente. Y cuando estuve segura de perderte me refugié en esta contradictoria forma sentir, creyéndote propio en recuerdos, lamentándote cada noche y cada entierro.