Te perdiste en mi cuerpo,
y plantaste una esfinge imborrable,
una esfinge que subsiste,
a pesar de la dura erosión que nos causa
la distancia y el tiempo,
te tengo tallada aquí,
en las venas, aun guardo tus besos en mi aliento,
recuerdalo, vives en mi
eres turbulento, viento indomable,
que galopa y se estrella en las paredes de mi pensamiento,
blanca estrella loable,
que parte con su luz mi cielo,
tan presente te tengo,
como que de cada poro me emerge el vaho de tu recuerdo,
y aunque para mi mano seas inalcanzable,
¡querida!, no lo eres para mis sentimientos,
paloma extraviada,
¡esfinge de mi alma!,
causa de mis sufrimientos,
mientras tanto te amo,
y no se por cuanto tiempo mas,
vayas a seguir siendo,
mi mariposa de sueños.