Me acariciaste
Como a un caballo
antes de montarle.
Cedí a tu voluntad.
Encendí mi corazón.
Planché mi alma.
Estiré mi ilusión.
Encerré mi orgullo.
Era tal el ansia de tenerte...
Me dejé beber,
como agua limpia
en un arroyo...
Ahora palpo tu ausencia
ni siquiera sé,
si llevaste mi mirada.
Sin más.Javier.