En lo más recóndito de la humanidad de cada uno de nosotros hay un candado y una llave,
mas probablemente en el pantano maloliente que no habitaríamos ni por naufragio
Muchas veces estamos en el enigma
Entre la duda y el miedo a la vergüenza
En la impotencia de no poder dar un siguiente paso que tal vez sea la última escalera al cielo
O quizá el borde del abismo donde nos espera un antagonista de cola y cuernos
Es en ese momento, en que tenemos miedo de tomar decisión por miedo a lo
que el viento traiga con ella
Es en ese instante donde debemos buscar ese candado,
el candado de nuestros sentidos
Cerrar nuestros ojos, sellar nuestros sentires y decidir con la razón como tutora
Hasta que el tiempo indique cuando hay que buscar la llave...