No te fuiste, nunca lo hiciste
simplemente cambiaron los planes
como el vuelo frágil de las aves,
como un contratiempo del tiempo,
como el rio que siempre lleva agua
y no cesa.
Dejaste de mirar fijamente mis ojos,
y yo pensando en devorar tus labios
aunque tu color rojo, produzca destellos.
Mis sueños siguen siendo redondos,
como tus ojos,
como cuando se acercan tus labios a mis manos.
Si tienen que ser tus labios,
que sea hoy,
si tienen que ser tus manos,
que sea pronto.
Tienes los besos más bonitos
y los labios más fríos,
pero la boca más dulce,
el desayuno más libre
y la cara más limpia.
De todos modos creo que aun no te conozco
llevamos veinte vueltas al mundo juntos
y parezco un jugador de solitarios.
He desayunado en tu pecho
tantos mañanas, como días, he cenado
y cada peca tiene un sabor distinto,
creo que aun tengo que seguir desayunando.