72.
NUESTRA RIQUEZA
El genio se convirtió en un mendigo, durante varias horas estuvó dando vueltas por el mercado y recorriendo el reino, sin encontrar rumbo, se detuvó ante una zapatería y entró estando ante el dueño del establecimiento por fin le dijo al zapatero:
- \"Señor, hace tiempo que no como y me siento muy cansado, aunque no tengo ni una sola moneda quisiera pedirle que me arreglara mis sandalias para poder caminar\"-. Dijo el genio.
- \"¡Yo soy muy pobre y ya estoy cansado de todo el mundo que viene a pedir pero nadie quiere dar!\"-. Le repondió el zapatero, un poco ofuscado.
Entonces el genio al ver las razones válidas de aquel hombre se le ocurrió ofrecerle lo que el quisiera a cambio de cosas que el zapatero ya no necesitara.
- \"¿Dinero inclusive?\"-. Preguntó el zapatero.
- \"Yo puedo darte 10 millones de pesos, pero a cambio de tus sanas piernas\"-. El genio le respondió.
- \"¿Para qué quiero 10 millones de pesos si no voy a poder caminar, bailar y moverme libremente?\"-. Le replicó el zapatero.
Entonces el genio le reto una vez más.
- \"Está bien, te podría dar 100 millones de pesos, a cambio de tus piernas además de tus brazos\"-. Le ofreció nuevamente.
- \"¿Para qué quiero yo 100 millones si además de moverme libremente no podré comer solo, trabajar ni jugar con mis hijos?\"-. Le contestó el zapatero un poco molesto.
- \"En ese caso, te puedo dar 1.000 millones a cambio de tus piernas, tus brazos y tus ojos\"-. El genio de nuevo le ofreció.
- \"¿Para qué me van a servir 1.000 millones de pesos si no voy a poder ver el amanecer ni a mi familia, a mis amigos ni todas las cosas que me rodean, ni moverme por ellas y sujetarlas cuando así lo quiera?\"- Respondió asustado el zapatero.
Entonces, el genio soltó un suspiro y miro fijamente al zapatero y le respondió: \"Ah hermano, ya ves cuan afortunado eres con tantas bendiciones y riquezas que posees que aun no te has dado cuenta\"-. Terminó de decir el genio mientras se esfumó de improviso.