Hoy estoy aquí
sentada como cada mañana
bebiendo mi café del día
esperando por aquella llamada.
Que acaso tu corazón no habla,
no me miras desesperada,
eres el mozo que mi corazón
con tanto fervor aclama.
Si tus ojos no miran mi alma
Entonces no tienen sentido estas palabras.
Ven a mi vida como el ocaso al alba,
Que estaré esperando tu llamada
Como una leona desesperada.