Se me pierde tu figura en las tinieblas
de la noche en que emprendiste otro camino.
¡Esa noche de malditos destinos!
¡Cicatriz en mi memoria que me escuece
cuando emerge sin querer algún recuerdo!
¡Ya quisiera yo olvidarme de tu historia!
¡Ya quisiera no llevarte aquí, tan dentro!
Imposible es borrarte de mi vida
porque viven siempre en mí quienes he amado,
aunque sean causa perdida
como tú, que te has marchado.
Y al recuerdo involuntario que reprimo,
un suspiro ahogo en la garganta
y las lágrimas contengo.
¡No te he de llorar! ¡Solo se llora a los muertos!
Y tú vives... ¿pero...cómo?
¿Es que puede ser tu hogar el descamino
que tus pasos emprendieron esa noche?
Y... te lloro... aunque, infiel...
¡Sé que estás vivo!