Siento a la soledad tendida junto a mí,
en el espacio en la cama, que antes llenaba tu cuerpo,
siento el viento que entra por la ventana,
besa mi mejilla, y se desliza una lágrima.
El silencio es tan profundo,
que se puede escuchar aun el eco de las palabras dichas,
a través de la ventana, puedo ver la inmesidad del cielo,
y me siento tan pequeña.
Afuera, el susurro de los árboles se torna en nombre,
los pensamientos y recuerdos, llegan a mí sin poder evitarlos,
la memoria es como una maldición, puedo escuchar tu voz,
sentir incluso tu aliento.
Quiero escapar a ese lugar que existe en mi imaginación,
ese lugar donde todo se olvida,
ese lugar en el cual solo existen:
el silencio y la luz
Poesía Montalvo