La desnudez, la música,
la playa silenciosa y los veranos del mundo,
el último turista,
en ti
nada es pecado
y el cielo es del tamaño de tus ojos.
Y qué me importa a mí que se me llenen las calles de enormes filisteos
si estás tú,
que los sabios descubran la ecuación del absurdo y que censuren
las leyes naturales
si está tú,
en tierras devastadas sólo habitan poetas de habla inglesa
y ya murió Walt Whitman,
por lo tanto
esta tierra es muy nuestra y no admitimos
injerencias de Edipo.
Me basta con mirarte y ser el fuego que te arde en cada curva,
me conformo con ser el tacto efímero
que acaricia tu sexo,
tu música cercana,
tu desnudez,
tu aliento.