Es verdad que estoy
hasta en la palabra exhausta
que yace en el suelo,
queriendo un sólo suspiro
para que me eleve a tu cielo,
buscando el aire puro
que me llene de tu tierno
y calmado arrullo.
Dame tu paz, dame tu calma y ven
donde estoy sentada en trozos
que una vez fueron tuyos,
tan sentidos,
fueron apasionados
e intensamente vividos,
por la pasión
de mis a solapados intentos
de saberte vivo de saberte cierto.
Es mi palabra que te busca
entre el silencio
de tus pasos casi vencidos,
de tus jirones que el viento
reservó para mí
entre cálidos suspiros.
Palabras que brotan de mi sentir
queriendo que tú la escuches
para que puedas vivir.
En una palabra
un te quiero...
en tu cielo
un te busco,
en mi alma
un me muero
por volverte a ver,
¡que me importa!
quedarme sin palabras,
si sabes que cuando se apague mi decir,
en susurros te llegará el aliento
que aún sin hablar
siempre, siempre
con mis tiernos sentimientos
¡yo te querré presentir!
¡y tú entonces… me querrás escuchar!