Eran apenas las primeras horas de la mañana
yo aún descansaba en mi cama
cuando mire por mi ventana
aquella hermosa nevada.
Mi corazón gritaba
por tenerte entre mis sábanas,
mientras mi alma se destrozaba
al descubrir que ya no estabas.
Apenas ayer éramos uno solo,
apenas ayer nos amamos sin despojo.
¿Qué paso con nuestro amor?
¿Qué paso con la pasión?
Mi corazón se cerró,
esta frío como un témpano de hielo
se muere de delirio por desear tu anhelo.
Ya no hay más para esta mañana
solo la hermosa nevada por mi ventana,
que me acompaña acurrucada
entre mis sábanas blancas.