Olga Agaton

La nevada

 

 

Eran apenas las primeras horas de la mañana 

yo aún descansaba en mi cama

cuando mire por mi ventana

aquella hermosa nevada.

 

Mi corazón gritaba 

por tenerte entre mis sábanas,

mientras mi alma se destrozaba 

al descubrir que ya no estabas.

 

Apenas ayer éramos uno solo,

apenas ayer nos amamos sin despojo.

¿Qué paso con nuestro amor?

¿Qué paso con la pasión?

 

Mi corazón se cerró,

esta frío como un témpano de hielo

se muere de delirio por desear tu anhelo.

 

Ya no hay más para esta mañana

solo la hermosa nevada por mi ventana,

que me acompaña acurrucada

entre mis sábanas blancas.