Entre mis brazos,
como ramas secas
el cuerpo del anhelo,
como flor mortal
también se seca.
Y el sueño que, creyéndose libre de mí, me ha dejado, me ha hecho creer
que yo, temiendo y perdido, también soy libre y me ha alejado de mí.
¿Dónde queda todo,
cuando lo que amo es
como piedra que mata
y lo que mata es lo que soy
lo que alguna vez fue el sueño?
Ahora sueño y el mundo es mío.
Y mi cuerpo seco, que se atreve a soñar, es el mundo
de todo lo perdido.
... De todo
lo que el sol
ha abandonado.